5 Beneficios de empezar terapia psicológica después del verano

1. Disminuir el estrés y la ansiedad

El primer beneficio de empezar una terapia es que puede ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad. Para muchas personas, la idea de volver a la escuela o al trabajo después de un largo descanso puede ser desalentadora. Con la ayuda de un terapeuta, puedes aprender a controlar tu ansiedad, estrés y volver a la rutina para aprovechar todas las oportunidades que nos ofrece el regreso.

2. Mejorar la atención y la concentración

Otro beneficio de la terapia es que puede ayudar a mejorar la atención y la concentración. El exceso de tiempo libre y la ruptura con nuestras obligaciones en ocasiones, puede hacer que volver a concentrarnos en nuestras tareas del día a día se complique. Si sientes que te distraes constantemente o te cuesta mantenerte en tu tarea, la terapia puede enseñarle a observar y manjar la atención a tu favor. Aprenderás estrategias y herramientas para afrontar la vuelta al trabajo, los estudios o en tu día a día, a través de ejercicios prácticos, teoría y comprender qué es la atención y la concentración. Aquí puedes leer algunos ejemplos prácticos.

3. Aumentar la autoestima

La terapia también puede ser beneficiosa para aumentar la autoestima. Si te sientes mal contigo mismo, hablar con un terapeuta puede ayudarte a ver las cosas que te hacen especial y que mereces recordarte. Y es que, hay veces que obviamos lo que es obvio, y empezamos a funcionar de una manera automática, escuchando solo la versión negativa de nuestros pensamientos y lo que nos gustaría mejorar con esos famosos “debería” “tendría que” “tengo que” tan dañinos que nos han acompañado durante tanto tiempo. Igualmente, la terapia te ayudará a orientarte sobre cómo hacer cambios positivos en tu vida. Si quieres leer algunos ejemplos prácticos sobre cómo mejorarla haz te recomendamos este artículo.

4. Mejores relaciones

Otro beneficio de la terapia es que puede ayudarte a mejorar las relaciones personales, aprendiendo de nosotros mismos y sobre lo que se necesita para forjar y mantener relaciones satisfactorias. Y es que, hay un dicho que dice, dos no discuten si uno no quiere. Muchas veces el trabajarnos a nosotros mismos, nos ayuda a gestionar mejor los conflictos, o simplemente responsabilidades sintiéndonos libres, soltando culpabilidades y mejorando la empatía, comunicación y otros aspectos fundamentales en unas relaciones sanas. En definitiva, los conflictos forman parte de la vida, aprendamos a resolverlos de la forma más constructiva y sana posible.

5. Mejora del bienestar general

Por último, pero no por ello menos importante, la terapia puede conducir a una mejora del bienestar general. Si está luchando contra la depresión, la ansiedad o cualquier otro problema de salud mental, la terapia puede proporcionarle el apoyo que necesita para empezar a sentirse mejor mental y emocionalmente. También es una buena forma de desarrollar mecanismos de afrontamiento saludables y de crear resistencia y fuerza, para cuando la vida nos traiga esas piedras en el camino, que podamos rodearlas o escalarlas sin que nos frenen en nuestro bienestar.