Ciberbullying y ciberacoso desde la psicología

por Centro

¿Qué es el ciberbullying?

Podemos definir al ciberbullying o ciberacoso como un acto de agresión intencionado, llevado a cabo de forma repetida y constante por una persona o grupo a una víctima, usando las nuevas tecnologías, como los teléfonos inteligentes, redes sociales… En el ciberbullying, la víctima no puede defenderse fácilmente y en la mayoría de los casos, suele ser un acoso más duradero e incluso anónimo que a diferencia del bullying, va más allá del contexto escolar.

Las nuevas tecnologías ofrecen a los acosadores una mayor falsa protección, una supuesta impunidad, mayor dificultad de establecer empatía con las víctimas, y falta de respuestas de los comportamientos de los otros, lo que dificulta tener una retroalimentación en las relaciones interpersonales.

Diferencias entre bullying y ciberbullying

Son dos tipos de acoso, pero existen diferencias significativas entre bullying y ciberbullying:

El bullying está asociado a contextos habituales como la escuela, la calle, etc. mientras que el ciberbullying no se limita por el espacio donde se produce el acoso, ni siquiera es necesario un contacto directo con la víctima, pudiendo manifestarse lógicamente fuera del espacio escolar.
En el ciberbullying es significativamente menor la probabilidad de agresión física del agresor a la víctima, aunque se produce un daño emocional o psicológicos similar al bullying.
La invisibilidad del agresor facilita el anonimato (Cervera, 2009), ayudando a un acoso continuo e inevitable en la mayoría de los casos en el ciberbullying. Que se caracteriza por la invasión intimidad, suplantación identidad, el uso de fotos, videos, etc. de la víctima, y de esta forma incrementa su sentimiento de desconfianza, impotencia, incertidumbre e inseguridad.
La información dañina en los casos de ciberacoso está disponible para todo el mundo las 24 horas, y probablemente por periodos más largos (Garaigordobil, 2011), y no se reduce a determinados círculos de convivencia de la víctima como sucede en el bullying.
En el ámbito escolar los ciberacosadores pasan desapercibido ante sus docentes y entre iguales o compañeros, y en los casos de bullying suelen los acosadores estar implicados en conflictos y mostrando indisciplina en el contexto escolar.
El hogar no constituye un lugar seguro o de refugio para la victima de ciberbullying porque continúa recibiendo mensajes, SMS, foros, chats, etc. dañinos (Slonje y Smith, 2008) incrementando el sentimiento de indefensión.

Muchas personas consideran que es lo mismo, porque tiene también similitudes como:

Una conducta de acoso premeditada e intencionada, con intención de dañar a la víctima y obtener compensación por su actuación.
Existencia de un desequilibrio de poder o desequilibrio de fuerzas en una relación asimétrica de desigualdad e indefensión de la víctima.
Realización de conductas de formas repetitivas que se mantienen el tiempo.

Factores de riesgo

Todos los niños o adolescentes pueden ser víctimas del acoso, pero tienen más probabilidad según la información recogida de distintos estudios, los niños o adolescentes incluidos en los siguientes factores de riesgo:

No tiene el apoyo de su grupo de referencia.
Son percibidos como diferentes por sus características físicas, forma de vestir o comportamiento.
Alumnos con pocas estrategias de afrontamiento.
Propensión a actuar de forma agresiva, molesta o provocadora para llamar la atención.
Algunos factores psicológicos y/o de la personalidad como ser introvertidos, timidez, hiperactividad.
Algunas características académicas que los diferencien del resto del grupo, entre otras.

CONSECUENCIAS DEL CIBERACOSO

El ciberbullying puede tener graves consecuencias físicas, psicológicas y académicas para las personas que lo sufren, y especialmente de los adolescentes, generando una nueva forma de acoso de similares consecuencias que el bullying.

La mayoría de los estudios realizados muestran que un acoso frecuente, tiene como consecuencias mayor probabilidad de fracaso escolar, pero también más casos de niños y adolescente con un estado de ánimo bajo y depresión. Otros estudios indican que la intensidad del acoso y su duración, tendrán una mayor duración y gravedad de las consecuencias.

La facilidad para compartir contenido dañino que tienen los acosadores, la permanencia de la información dañina en internet, y el gran alcance que ofrecen las tecnologías incrementa los efectos dañinos del ciberbullyng y de sus consecuencias.

¿Cómo podemos ayudar?

Lo primero de todo, pasa por una denuncia a la policía correspondiente, después ayuda psicológica, es uno de los mejores aliados para la persona que sufre el acoso, porque le ayuda aprender y utilizar medidas de afrontamiento del acoso, regular sus emociones y miedos, pero también a solucionar los problemas psicológicos que pueden generar este tipo de comportamientos como ansiedad, una autoestima baja, pensamientos automáticos

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